viernes, 16 de diciembre de 2011

CLANCARAKOL DEJÓ HUELLA EN VALENCIA

El pasado mes de Septiembre la Compañía Clancarakol pasó por Valencia con gran éxito en el tiempo que pudimos exponer nuestros títeres artesanales. Estuvimos en el centro de la ciudad y hubo personas que se interesaron por nuestro trabajo, comprando algunos de nuestros títeres.

Además de todos los títeres que hacemos con cariño y nos alegra y nos da penita al mismo tiempo que alguien los compre, ha quedado en nuestro recuerdo la suerte que tuvo nuestro payaso que buscaba circo... ¡Al fin lo encontró! Es un títere de tamaño más grande que los demás, de cuerpo completo de gomaespuma, quizás podais ver alguno parecido en nuestro blog.

Pues bien, os estareis preguntando qué le ocurrió a nuestro amigo payaso. Y esto es lo que ocurrió: allí estaba él en el centro de Valencia, buscando un circo que no tuviese animales encerrados. Estaba en la caja, no había habido tiempo todavía de ponerlo en el expositor, cuando se oyó una voz que decía: “¡Mira qué chulo!” Quien decía aquello era una mujer de ojos vivos y curiosos, sonriente, acompañada de otra chica y un chico, tod@s con mirada de duendes juguetones. Aquella mujer dijo que se llamaba Alejandra, puso su mano dentro de nuestro payaso, le dio vida, y sin pensárselo lo compró. Y os estareis preguntando ¿y a qué circo se fue nuestro payaso?... ¡Pues nada más y nada menos que al musical de Michael Jackson que está recorriendo todo el estado español, y que en esas fechas estaba a punto de estrenarse en Valencia!

Nuestr@s duendes forman parte de este musical, se llaman Alejandra, Antonio y Belia. ¿Quién sabe si en algún momento darán a nuestro payasito la oportunidad de salir a escena? Seguro que a Michael le hubiese encantado, si alguien asiste al musical y ve a nuestro payasito, que avise en nuestro blog, por favor. Podeis encontrarl@s en la web oficial del musical:

Además ocurrió otra cosa mágica: por azar, caminando por las calles del casco antiguo, vimos unas grandes máscaras que adornaban la fachada de una tienda. La tienda se llama EL TALLER y su escaparate nos dejó con la boca abierta: allí se podían ver muñecos, máscaras y títeres gigantes como nunca habíamos visto antes. Se notaba que estaban hechas a mano con un arte y una originalidad desbordantes.

Allí estuvimos mirando en estado de alucine total, y cuando volvimos a pasar por aquella calle, ya de noche, vimos a dos hombres descargando algo en la tienda con una furgoneta. Nos acercamos con la falta de vergüenza que da la curiosidad, y descubrimos que eran los artistas que habían hecho aquellos tesoros. Se llaman Vinçent y Fernando, y nos atendieron con una amabilidad y complicidad digna de elogio. Así estuvimos charlando en plena calle más de una hora, aprendiendo de la experiencia de muchos años que nos contaron. Nos enseñaron sus joyas, se notaba que las habían hecho con cariño, Fernando incluso se enfundó la máscara gigante de Mazinger Z que él mismo había elaborado, también unas pelucas graciosísimas, y disfrutó con ojos de niño que juega a hacer cosas mágicas y preciosas. ¡Ah! Y también recordamos el múñeco titere de cuerpo entero que tenía en sus brazos, un vampiro sin dientes que parecía tener vida propia y que inspiraba al mismo tiempo ternura y mal rollito... ¡gracias Vinçent y Fernando por esa noche mágica y divertida! Para quien quiera descubrir estos tesoros, aquí va su web, seguro que aceptan encargos a distancia:

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